Dios te bendiga.
Jehová ha oído mi ruego; Ha recibido Jehová mi oración.
Salmos 6.9
La biblia esta llena de personas que nos sirven de ejemplos para hacerle frente a esta vida que estamos llevando. David el gran rey de Israel era una persona muy interesante, entre las tantas cualidades que tenia esta es una que me llama la atención de una manera muy especial.
David era un hombre de oración. El libro de los salmos esta lleno de grandes clamores hechos por David en diversas situaciones, es decir que David antes de hacer algo antes de moverse, David oraba. Siempre se ponía en contacto con Dios porque David entendió que el único ser que podía darle las diversas victorias en todas las situaciones de su vida era Dios.
Nosotros tenemos muchos problemas: salud, economía, sentimientos, amigos, estudios, etc. Pero la pregunta es: Como solucionamos nuestros problemas?
Antes de movernos ha hacer algo debemos de acudir a Dios, poner nuestra confianza en el Rey de Reyes y el Señor de Señores.
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
Salmos 23.1
David tenia una relación tan intensa con Dios que le dedico el salmos 23 para ejemplificar quien era David en Dios y quien era Dios en la vida de David. Es cuestión de entender de el único que nos puede hacer vencedores y victoriosos es Dios, por tal razón hay que acudir a Dios siempre.
Durante este año he aprendido eso, de que cuando sucede algo debo de orar y esperar en Dios, no podemos movernos por impulsos, no es saludable reaccionar carnalmente; cuando algo viene a tu vida debes presentárselo a Dios con tus dos rodillas.
El hombre de Dios es victorioso a través de sus oraciones, la intimidad hacia Dios se basa en la oración, porque ahí es donde solo tu y Dios conversan y se entiende, a través de la oración es donde le expresas a tu padre celestial lo mas intimo de tu ser y a traves de tu Fe, veras las victorias de parte de Dios.